Las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, los colectiveros de la UTA y los maquinistas de La Fraternidad generaron problemas para el tránsito en el centro porteño. Los sindicalistas se concentraron en el Obelisco para marchar hacia la Plaza de Mayo, donde pidieron “cambios urgentes” por el “avance de la desocupación y la inseguridad”.
 
“El reclamo es el mismo por el que se convocó en abril. Queremos que se elimine el impuesto al trabajo, que se dé un aumento a los jubilados y parar de un buena vez la inflación y la inseguridad", destacó por Radio Continental Pablo Moyano, secretario adjunto del Sindicato de Camioneros.
 
“Queremos que el Gobierno nos dé una respuesta”, agregó.
 
Más temprano, el gobierno advirtió que si los gremios quieren protestar por los niveles del delito, no deberían hacerlo contra el Estado nacional. "Si el reclamo es la seguridad, la Plaza de Mayo no es el reclamo con respecto a la seguridad pública. Deberían dirigirse a (Daniel) Scioli, (José Manuel) De la Sota, (Antonio) Bonfatti y (Mauricio) Macri", señaló el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich
 
En un documento leído en las puertas de la Casa Rosada como cierre de la masiva movilización, las centrales opositoras denunciaron que “si no se combate la pobreza la inseguridad seguirá afectando a miles de argentinos” y advirtieron que “un Estado que no puede proteger a sus ciudadanos pierde el rumbo e hipoteca el futuro de la Nación”.
 
“La inseguridad perfora todos los estamentos sociales, pero son los trabajadores y los pobres los que pagan el mayor previo. Es en la pobreza donde nace la inseguridad”, subrayó el documento y advirtió: “Es urgente promover cambios para el futuro, aunque para abordarlos primero hay que asumirlos y no parece ser esa la voluntad de un gobierno encerrado en su propio laberinto”.