"Yo no estaba borracho ni drogado, no había ido a ningún corso", fueron algunas de las palabras del imputado, quien comenzó a declarar cerca de las 11 y terminó media hora después.

Marcos Córdoba aseguró que durante su entrada a la estación de Once hizo todo lo posible para detener el tren, pero que no pudo. "Yo frené. Pido a los familiares que crean en mí, hice todo lo que tuve a mi alcance", sostuvo. El maquinista dio detalles técnicos sobre el recorrido y se negó a responder preguntas.

Más tarde, Pedro Roque Raineri, jefe del depósito de Castelar, se negó a declarar y sólo dijo que lo hará, si es necesario, cuando declaren los peritos, pero sólo para aclarar cuestiones técnicas.

Durante esta mañana, el Tribunal rechazó también los planteos de nulidades impulsados por los los defensores y está previsto que continúen las indagatorias.

En el juicio están acusadas 29 personas, entre ellas los ex secretarios de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi ; los empresarios y ex concesionarios del servicio, Mario, Roque y Sergio Cirigliano, el maquinista Córdoba, entre otros.

Ayer, el Tribunal rechazó la impugnación de una pericia relativa a los frenos de la formación y pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando dará a conocer su decisión sobre las nulidades.

El Tribunal rechazó por "extemporáneo" un planteo de recusación a uno de los expertos que firmó una pericia técnica incorporada al juicio poco antes de su inicio y que habría arrojado que los frenos del tren funcionaban el 22 de febrero de 2012.