Desde aquella noche del 4 de enero en la que Facundo Campazzo consiguió 15 puntos en la victoria de los Denver Nuggets sobre los Minnesota Timberwolves, muchas cosas han cambiado.

El base cordobés ya no es novedad pero aún así sorprende día a día a sus compañeros y a los fanáticos. El miércoles a la noche, volvió a ser fundamental en el triunfo de su equipo 129 a 104 sobre los Charlotte Hornets.

Las ausencias de Gary Harris, ya afuera desde hace un tiempo, y Monté Morris, habitual primera variante en el puesto de base, le dieron al argentino un rol mucho más importante que en otros juegos, y en la posición de armador.

El número 7 no decepciona: así como aquella vez contra los Timberwolves le fue asignado el rol de tirador a distancia y consiguió 5 de 7 en triples, en este caso, bien avocado a crear juego, consiguió 10 asistencias. Es la cantidad más alta que ha conseguido en la NBA en ese rubro. Pero, además, se destacó por la calidad de algunas de las acciones. Como por ejemplo, un robo con posterior transición a pura velocidad que finalizó con exquisito pase de faja para la llegada solitaria de su compañero Michael Porter Jr.

Además, el ex Peñarol la rompió en defensa, uno de esos rubros respecto de los que antes de su llegada a la mejor liga de básquet del mundo se dudaba, fundamentalmente en función de su altura. Si bien es cierto que su entrenador, Mike Malone, ha tenido la precaución de no exponerlo tanto ante equipos que hacen del tamaño físico su principal arma, la velocidad, astucia y la experiencia del básquet FIBA del jugador argentino resultan un coctel desconcertante para muchos de sus rivales.

En el partido ante los Hornets, también consiguió su récord de robos en la liga. En 4 ocasiones hizo gala de su velocidad de manos para anticiparse a un pase o directamente quitarle la pelota de las manos a algún jugador del equipo de Charlotte, lo que no solo tiene su rédito en defensa, sino que propicia situaciones de ataque directo y sin marca.

Ya en la segunda mitad de la temporada 2020/2021 de la NBA, el rol de Campazzo queda claro. Seguramente, su meta personal sea llegar a afianzarse como parte del quinteto inicial del equipo y conseguir aun una cantidad mayor de minutos en cancha.

Pero el argentino ha comprendido que sus roles pueden variar radicalmente de acuerdo a las necesidades del equipo y ha dado la talla en cada una de las funciones que se le ha asignado.

Y más allá de eso, en cada encuentro deja alguna perla con su marca registrada, como para marcar que, sin importar lo que le toque hacer, su magia es la de siempre.