Pocos días pasaron desde que el juez Claudio Bonadío firmara la elevación a juicio oral de la causa que investiga la Tragedia de Once, que dejó 51 personas y otras 700 resultaron heridas.

En ese marco, Marcos Córdoba, el maquinista que conducía la formación que chocó contra el paragolpes de la estación terminal, quedó procesado y “no tuvo posibilidad de apelar”, indicó su abogada Valeria Corbacho.

“En los fundamentos que prevalecieron se advierte falta de lectura: se lo acusa de haber ingresado a una velocidad excesiva cuando sabemos que estos trenes no tienen velocímetro, algo decisivo para establecer la distancia del frenado”, agregó la letrada.

Además, señaló que “las formaciones no están en condiciones de llevar la cantidad de gente que lleva”.

“Córdoba fue el primer condenado y, mientras estuvo incomunicado, le dijo al juez que él hizo todo lo posible para frenar”, enfatizó la abogada quien recordó que “quedó totalmente desacreditado en la causa que tuviese alcohol en sangre, fuese epiléptico o estuviese enviando mensajes de texto con su celular” en el momento en que ocurrió el accidente.

“Intentó frenar una formación frente a un paragolpes que estaba roto”, insistió Corbacho.