El Gobierno garantizó que no interferirá en negociaciones que ya tendrían un piso de negociación superior al 25 por ciento.

El secretario general de la CTA oficialista, Hugo Yasky, advirtió que si se discutieran salarios cada tres meses, como pretenden hacerlo la CGT de Hugo Moyano y la de Antonio Caló, "los trabajadores estaríamos en el peor de los mundos".

La CGT conducida por el metalúrgico Caló impulsaría en las negociaciones la inclusión de una cláusula que permita ajustar trimestralmente los aumentos salariales sobre la base de la inflación.

Uno de sus integrantes, el titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Ricardo Pignanelli, había expresado que la mejor medida sería discutir los salarios "dos o tres veces al año o directamente en forma trimestral", a pesar de que en el gobierno observarían esta posibilidad con preocupación.

El secretario general del gremio de Canillitas, Omar Plaini, de la central obrera que conduce Moyano, reconoció que las negociaciones trimestrales para ajustar los salarios según el ritmo de la inflación podrían ser una salida para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.

En lo que coinciden las centrales obreras es que el piso de negociación será "superior al 25 por ciento".

Yasky aseguró: "No vamos a discutir un centavo menos que lo que marque el índice de la inflación. La recuperación del salario tiene que ser la viga mayor sobre la que se siga apoyando el modelo", aunque no aclaró si se refería al 11 por ciento que mide el INDEC o al 30% que arrojan las consultoras privadas.

Consideró que "hay que hacer una discusión integral que permita, además de recuperar salarios, poner al movimiento obrero como el garante de políticas públicas que les pongan límite a los grupos económicos".

El titular de la CTA dijo que con la "remarcación de precios y la permanente presión sobre el dólar", los grandes grupos económicos están tratando de cerrarle los caminos al Gobierno para que finalmente todo esto desemboque en el ajuste que vienen pidiendo".

"Me parece que ésa es la discusión que hay que dar, antes que pedir la revisión trimestral de los salarios", añadió el dirigente.

Plaini dijo que la negociación trimestral "no es lo mejor, pero eso se da en un contexto de inflación. Lo bueno de las paritarias es que sean una vez al año".

"Pero dadas las circunstancias y la situación, cada representación sindical ve lo que es más beneficioso para defender el salario", sostuvo Plaini.

El secretario de Acción Social de esa central obrera, Jorge Sola, sostuvo que la inflación "hasta ahora hace que mínimamente los acuerdos salariales sean anuales. Ante una emergencia, sí podría negociarse cada tres meses, pero no sería una buena señal para la economía".
"En ningún país normal se discuten salarios cada tres meses", evaluó Sola.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, insistió en que el Gobierno nacional no interferirá "en ninguna negociación" salarial".
"El Gobierno no va a interferir en ninguna negociación salarial", señaló Capitanich, quien consideró que "las partes se tienen que poner de acuerdo en una modalidad" que tendrán las paritarias.

En declaraciones formuladas en la Casa de Gobierno, el funcionario señaló que los niveles de salarios "de una empresa" nopueden ser "igual que en otra".