Las compañías de celulares volverán a aumentar las tarifas hasta el 25% en las próximas semanas, con lo que alcanzarán un incremento del 45% en cuatro meses. Los clientes de Movistar deberán pagar más desde junio y los de Personal a fines de julio. La única compañía que aún no le puso fecha a una segunda suba es Claro.
 
Movistar moverá los precios de los planes un 18% y de a etapas. El 2 de junio retocarán los precios de los prepagos, a los que les pasarán a cobrar un 11% más por los segundos a $ 0,0767 y los SMS a $ 1,10 cada uno. Además, tendrán Internet por día un 18% más caro, a $ 3,90 pero esto incluirá paquetes de 50 megas en lugar de 15 MB. Esto último será distinto en el llamado Plan Prepago Nacional, donde costará $ 3. Los clientes postpagos verán las variaciones un mes después, el 11 de julio, cuando pasarán a pagar casi $ 4 por el bloque de megas para navegar hasta la medianoche.
 
La división móvil de Telefónica asegura haber realizado esta vez una campaña de notificaciones con los 60 días previos a los que están obligados por la Comisión Nacional de Comunicaciones. Esto no ocurrió cuando estafaron a 1.700.000 clientes con un cambio de planes en marzo, a quienes pasaron al formato de "Internet por día" sin informarles. Por ello debieron dar marcha atrás, compensar a los damnificados y pagar una sanción de $ 500.000.
 
Personal aumentará las tarifas desde el 29 de julio y alcanzarán el 25%. Quienes tengan la factura fija más barata y hasta ahora pagaban $ 145 pasarán a desembolsar $ 180. Los planes "black" treparán 20%, de modo que el más accesible de este segmento premium costará $ 410 y el más exclusivo más de $ 1.100. En la compañía de Telecom también subirán los segundos dentro de las llamadas, que treparán 15% y costarán desde $ 0,015 para las facturas abiertas.
 
No es la primera vez que las compañías cartelizan el mercado sin mejorar el servicio, con los clientes como rehenes y el Gobierno como cómplice o gendarme tardío. Por Continental, Fernando Blanco Muiño, presidente de la Unión de Consumidores, deploró que "seguimos recibiendo noticias de aumentos y el servicio sigue siendo pésimo. Es un esquema que no da para más. Hace falta discutir la necesidad de transformar la telefonía móvil en un servicio público para que la tarifa salga de una ecuación razonable y no decisiones unilaterales".