La Argentina apeló el fallo del juez Griesa y ahora los “fondos buitres” buscan apoyo en el Congreso de los Estados Unidos para cobrar el cien por ciento del valor nominal de los bonos que poseen.

El Gobierno reclamó una cláusula de no innovar, lo que le permitiría pagarles a los bonistas que aceptaron el canje unos 3.500 millones de dólares el próximo 15 de diciembre.

En la presentación, no se descarta una eventual reapertura del canje “si así lo exige la Justicia de los Estados Unidos, pero en condiciones inferiores al 2010 y si el Congreso argentino aprobara una ley en ese sentido”, explicó por Continental el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

También en La Mañana, Ricardo López Murphy, de fugaz paso por el Ministerio de Economía durante la presidencia de Fernando De la Rúa, alertó que, “si la Argentina es declarada en default, caerían los canjes de 2005 y 2010”.

“Haber tenido el canje abierto hubiera ayudado en las negociaciones”, aventuró.