Horacio Rodríguez Larreta tuvo dudas sobre si asistir o no, a la reunión a la que lo convocó Alberto Fernández. Primero, el Secretario General de la presidencia, Julio Vitobelo, se comunicó con el Vicejefe de Larreta, Diego Santilli, para citar el titular del Ejecutivo porteño. El sí, no fue inmediato. Cavilaron, debatieron y definieron que irian, pero solamente a hablar del tema Covid.

Las heridas por el quite de fondos de coparticipación siguen siendo muy profundas. El encuentro era, en principio, ayer jueves. A mediodía, se pasó a mañana sábado, no sobran ganas de verse, está claro.

Además, los porteños saben que se van a encontrar con pedidos de restricciones a la circulación y encima, que les quieren hacer pagar los costos a los gobernadores. "Si los quieren pagar los gobernadores peronistas, será un acuerdo entre ellos, que aparte les encanta restringir, con nosotros que no cuenten", dice una altísima fuente del Ejecutivo local.

Hoy también, el Jefe de Gabinete de Larreta, Felipe Miguel expresó que: "Nosotros en la ciudad no estamos tomando ninguna medida de restricción. Existen algunas medidas que restringen algunas actividades todavía y algunas otras medidas que a través de protocolos provocan algunas limitaciones. Pero por encima de eso no vemos que sea necesario tomar alguna medida adicional”.

Además el funcionario completó: "Estamos haciendo todo este esfuerzo para preservar nuestra prioridad número uno, que es la educación presencial. Vamos a hacer todo el esfuerzo para sostener las clases. Y la segunda prioridad es el trabajo, sostener el empleo", dijo en señal clara para la administración nacional.

La reunión de mañana amenaza en convertirse en una nueva batalla. Larreta sabe que no puede seguir dejando una imagen de debilidad frente al kirchnerismo, eso mella su imagen y sus ambiciones futuras.