La policía de seguridad nacional de Hong Kong arrestó al editor en jefe y a otros cuatro directores del periódico Apple Daily en allanamientos matutinos que involucraron a cientos de oficiales, por su papel en la publicación de docenas de artículos presuntamente parte de una conspiración para conspirar con fuerzas extranjeras.

El jefe de seguridad de la ciudad, John Lee, acusó a los arrestados de utilizar "el trabajo periodístico como una herramienta para poner en peligro la seguridad nacional" y emitió una advertencia escalofriante a los residentes y otros medios.

"Los periodistas normales son diferentes a estas personas", dijo Lee. "Por favor, manténgase alejado de ellos". El departamento de seguridad nacional de la fuerza policial dijo que los cinco habían sido arrestados bajo sospecha de colusión con un país extranjero o con elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional, a través de artículos que, según la policía, pedían que se impongan sanciones a Hong Kong y China continental.

Todos fueron arrestados en sus casas, alrededor de las 7 de la mañana. La policía también registró la sala de redacción de Apple Daily y sus oficinas, diciendo que la orden cubría "el poder de la búsqueda e incautación de material periodístico".

"La operación, aún en curso, tiene como objetivo reunir pruebas para un caso de sospecha de contravención de la ley de seguridad nacional", dijo. Los arrestados fueron nombrados por Apple Daily como editor en jefe, Ryan Law; el director ejecutivo, Cheung Kim-hung; el director de operaciones, Chow Tat-kuen; el editor en jefe adjunto, Chan Puiman; y el director ejecutivo, Cheung Chi-wai.

La policía también congeló HK $ 18 millones (U$S 2,3 millones) en activos de tres compañías, Apple Daily Limited, Apple Daily Printing Limited y AD Internet Limited. La empresa matriz, Next Digital, anunció la suspensión de la negociación de sus acciones antes de la apertura de los mercados el jueves.

La operación policial es una escalada significativa en los movimientos del gobierno para sofocar la prensa de Hong Kong, de la cual el tabloide prodemocracia fue ampliamente considerado como un objetivo principal.

El superintendente senior Steve Li Kwai-wah, jefe de la división de seguridad nacional de la policía, dijo que había "pruebas muy sólidas de que los artículos cuestionables jugaron un papel muy importante en la conspiración, que proporcionó munición para que países, instituciones y organizaciones extranjeras impongan sanciones".