La línea aerea de origen chileno Latam, incurrió en la defraudación de cetenares de pasajeros con la venta de pasajes a Miami, con escala en Santiago de Chile, a sabiendas que esos vuelos no podían realizarse.

Desde el 5 de abril que el país trasandino no recibe vuelos por cuestiones relaciondas con el control de la pandemia. Desde entonces, la aerolínea no podía vender pasajes con escala en Santiago sin saber que estaba defraudando a los pasajeros.

La realidad es que, cuando un pasajero cambia sus pasajes por un problema personal, paga penalidades, pero la aerolínea, en este caso Latam, vendió pasajes de vuelos que no podían realizarse y ahora cambia a su antojo la programación de los mismos, perjudicando y generando un perjuicio a los clientes que debería tener que reparar, a la vez que recibir las sanciones correspondientes.