“El estado de situación de energía del país es muy precaria, quiero reconocer una realidad para tomar medidas correctivas para resolver la situación”, señaló.

 “Estamos al borde un colapso”, insistió Aranguren.

“La cantidad de cortes y la duración de cada uno es cómo se mide la calidad del servicio”, enfatizó el funcionario.

“Los niveles de reserva de energía son muy bajas, del 5 por ciento, si una máquina tiene problemas no se puede resolver en forma inmediata”, agregó Aranguren. También recordó que muchas de las instalaciones son viejas.

“Se elevó un decreto de emergencia hasta el 31 de diciembre de 2017”, remarcó. 

El objetivo de la conferencia de prensa fue concientizar a la población de que el problema existe y el pedido de “uso racional” de la energía en beneficio de todos.

Aranguren aclaró que el inconveniente no está en la generación de la energía sino en la distribución.