El ministro de Economía, Axel Kicillof, destacó la solidez de las cotizaciones de los títulos argentinos, a pesar de distintos tipos de maniobras que se llevan adelante en su contra, mientras que un grupo de economistas pidió la remoción del mediador Daniel Pollack por su trato favorable hacia los fondos buitre.

"A pesar de todas estas maniobras, los precios de los títulos públicos argentinos están más sólidos que antes”, destacó Kicillof al criticar a Polllack por haber emitido un comunicado durante la víspera en la que acusó al país de no querer negociar con los fondos buitre.

“La palabra mediador ya no le encaja. Yo creo que (Pollack) está del lado de los buitres”, afirmó Kicillof esta tarde en declaraciones a medios radiales.

Por su parte, el viceministro de Economía, Emanuel Álvarez Agis, dijo que Pollack es “un buitre más”.

Álvarez Agis, en diálogo conmedios radiales, calificó como una “operación patética” a la supuesta oposición argentina a entablar contacto con los fondos buitre.

“La verdad es que es una especie de trampa muy orquestada y muy operada con el objetivo de jugar con el precio de los bonos, y de ir metiendo en la prensa este tipo de frases rimbombantes del tipo 'la Argentina no quiere negociar'", dijo el secretario de Política Económica

Álvarez Agis recordó que tiempo atrás Argentina le pidió al juez Thomas Griesa que removiera al mediador “porque realmente muestra que no está mediando”, reclamo que fue rechazado por el magistrado.

Kicillof, por su parte, consideró que “este verdadero papelón, que no es el primero, debería llevar a Griesa a reflexionar”, porque Pollack “no solo rompe los pactos de una negociación, sino que es un buitre más”.

El ministro destacó el valor dispuesto hace un par de semanas por una corte británica, que sostuvo que Griesa no tiene autoridad sobre los títulos emitidos bajo esa jurisdicción y que por lo tanto el pago concretado por Argentina no debería ser bloqueado.

Griesa “generó un mecanismo extorsivo por el cual no se le puede pagar a quienes legítimamente ingresaron al canje. Ahora un juez de Londres le dice ‘Usted no puede meterse en el contrato de otro país’ por lo que los tenedores de bonos bajo ley inglesa le pedirían que libere los fondos”, dijo Kicillof.

En tanto, diversos economistas criticaron hoy al mediador especial entre la Argentina y los fondos buitre, Daniel Pollack, por considerar que su actitud no es imparcial y favorece a los especuladores, por lo que debe ser removido.

El economista Arnaldo Bocco dijo que Pollack “no actúa como mediador”, y que su actitud es “vergonzosa”.

“O el juez Thomas Griesa lo instruye para que actúe de modo diferente o pone a un mediador profesional. Lo que hoy tenemos es algo francamente vergonzoso para la negociación”, sentenció Bocco.

“El mediador desde el comienzo estuvo facultado para hacer trabajo de acercamiento de partes. Las atribuciones que le dio Griesa era como la de un juez pero sin establecer sentencia”, recordó.

“Desde un comienzo, lejos de actuar como mediador, Pollack actuó como operador de Griesa. En lugar de acercar a las partes tomó posición en defensa de la sentencia del juez”, indicó.

A criterio de Bocco, esta actitud de Pollack “llevó a un peligrosísimo pronunciamiento en un momento determinado cuando Argentina pagó, al señalar que el país estaba en default”.

“Ahora, en una circunstancia donde Griesa toma una posición más agresiva, nadie puede aventurar si la Argentina va a negociar o no. Lo que pide Griesa es que se pague la sentencia total y la Argentina plantea una situación distinta”, indicó.

“No parece que el juez y el mediador quieran llegar a acuerdo alguno. Más bien todo parece indicar que quieren llevar a la Argentina a una posición que la convierta en rebeldía ante el no pago”, consideró Bocco.

Por su parte, el economista Agustín D'Attellis dijo que “lo que ocurrió es que el mediador había hecho llegar una intención de comienzo de negociación de parte de los fondos buitre, a la cual él mismo le había puesto una cláusula de confidencialidad”.
“Ahora, al hacerla pública ayer, llama la atención que él mismo no cumplió con la propia cláusula de confidencialidad que puso”, indicó.

“Con esta actitud queda demostrado que el mediador no es imparcial, que toma postura, que intenta favorecer la posición de los fondos buitres”, indicó.

Luego de esto, “imagino que lo quela Argentina comenzará a plantear es pedirle al juez que saque a este mediador, porque ya demostró en varias oportunidades que no es imparcial”.

Recordó que el año pasado la Argentina solicitó al juez Griesa que cambiara a Pollack, pero el juez lo dejó en su puesto de mediador.

Respecto de la decisión de la semana última de la justicia británica favorable a que se liberen pagos para bonistas fuera de la legislación de Nueva York, D'Attellis dijo que es “positivo para la postura argentina”.

“El juez Griesa no puede actuar fuera de su jurisdicción. La decisión de la justicia británica es positiva para la Argentina. Hay que ver si el juez Griesa decide liberar los fondos o no, ya que hoy están frenados. Si no los libera ya empieza a haber conflicto judicial entre Nueva York y Londres”, advirtió.

A su turno, el economista Alejandro Robba consideró, en diálogo con Télam, que “el tiempo está corriendo a favor de la posición argentina, y Pollack y Griesa lo que quieren es apurar una negociación para beneficiar a los fondos buitre”.

Consideró que “el fallo de la justicia inglesa indica que el fallo de Griesa hace agua por todos lados”, y también opinó que “la discusión en Naciones Unidas sobre la propuesta argentina relacionada con la reestructuración de deuda soberana, solidifica la posición argentina".

“En este escenario, Pollack viola la confidencialidad y sin esperar 15 días da a conocer a la prensa este llamado a la negociación. Lo que creo es que, en ese contexto, hay alta probabilidad de que Griesa le dé vía libre a los demás fondos que quieren adherir al fallo del juez”, indicó.

“Argentina ha ido resolviendo durante el último año lo que quedó del default del 2001, y el último escollo es el conflicto con los fondos buitre. Para que exista una negociación favorable a los intereses nacionales, los ritmos de negociación no pueden ser dictados por Pollack y Griesa”, estimó Robba.