La crisis del coronavirus que se está desarrollando en India se refleja con pavor en los cementerios y crematorios desbordados, mientras las piras funerarias no paran de arder y no dan abasto para cumplir el requerimiento de los cuerpos que no dejan de llegar.

Fuera de los crematorios en ciudades como la capital, Nueva Delhi, que actualmente tiene el mayor número de casos diarios, ambulancia tras ambulancia espera en fila para incinerar a los muertos.

Delhi ha estado incinerando tantos cuerpos que las autoridades están recibiendo solicitudes para comenzar a talar árboles en los parques de la ciudad para encenderlos. El país, con casi 1.400 millones de habitantes, alcanzó un récord mundial de nuevas infecciones diarias por quinto día consecutivo hoy con 352.991 nuevos casos, para alcanzar un total de más de 17 millones.

El sepulturero principal del cementerio musulmán más grande de Nueva Delhi, donde han sido enterradas 1.000 personas durante la pandemia, dijo que ahora están llegando más cuerpos que el año pasado. "Me temo que nos quedaremos sin espacio muy pronto", dijo Mohammad Shameem.

En la ciudad central de Bhopal, algunos crematorios han aumentado su capacidad de docenas de piras a más de 50. Sin embargo, todavía hay esperas de horas. En el crematorio Bhadbhada Vishram Ghat de la ciudad, los trabajadores dijeron que incineraron a más de 110 personas el sábado.

La avalancha de cuerpos sin precedentes ha obligado al crematorio a saltarse las ceremonias individuales y los rituales exhaustivos que los hindúes creen que liberan al alma del ciclo del renacimiento. “Solo estamos quemando cuerpos a medida que llegan”, dicen las autoridades: "Es como si estuviéramos en medio de una guerra", completan.