La médica disidente cubana, Hilda Molina, junto a su hijo, su nuera y sus nietos fue recibida por la presidenta en la Casa de Gobierno.
La mujer logró viajar a la Argentina tras conseguir la autorización de La Habanna luego de 15 años de gestiones.
La neurocirujana le solicitó a Cristina Fernández que obre de intermediaria para que las familias cubanas no tengan que pedir permiso para entrar y salir de la isla y explicó el deterioro que este bloqueo provoca en el pueblo caribeño.
“Me sentí muy complacida porque pude plantearle este tema”, aseguró Hilda Molina, en diálogo con Paulino Rodríguez.
La médica dijo que se lo pidió “como madre, como mujer y por tratarse de uno de los gobiernos más próximos a la gestión cubana”.
“Hay millones de cubanos que no viven en Cuba y que desean tener un vínculo normal con su familia en la isla”, sostuvo la neurocirujana.
En su encuentro con la presidenta, Molina también destacó la suspensión de restricciones a la isla que llevó a cabo el presidente estadounidense Barack Obama. A partir de esa decisión, dijo, “por parte de Estados Unidos no existe limitación para los cubanos que viven allí”.
En Antes que Mañana, la médica cubana manifestó que los nietos –que acaba de conocer- “son el bálsamo que curan todas mis heridas”.
Molina dijo, además, que aún no tiene fijada una fecha de regreso a la isla (tiene permiso por tres meses con opción a prórroga) y que todo depende de la salud de su madre.