“No me sorprende; el Servicio Penitenciario Federal es una organización militarizada que desde 1983 no fue tocada en su corazón: es una organización corrupta, que está dando gestos contundentes de cuál es el poderío en las prisiones”, subrayó

“Una fuga de presos en un penal como el de Ezeiza no se puede dar bajo ningún concepto si no hay complicidad seria del personal penitenciario”, agregó en Entre Líneas.

Este centro de detención “fue inaugurado en 2001; entre sus características, está aislado de los centros urbanos, tiene varios perímetros con cercos altísimos. Y para poder salir del muro tiene que pasar otro concreto también, con vallas y garitas. El personal miró para otro lado y este es un problema estructural del sistema”, subrayó.

Sin embargo, Halperín reconoció que la actual gestión nacional “ha hecho varios aportes y dio peleas importantes en materia de corrupción penitenciaria y, de algún modo, lo está pagando”.

“El kirchnerismo adoptó, en estos diez años, la doctrina de ‘cárceles tranquilas’ que, en general, está en las antípodas de lo que son las cárceles seguras”, enfatizó.

“Para vivir bien en las cárceles, hay que transar con el personal y esto sólo los empuja a caer en el abismo de violaciones a la ética, la moral y los derechos humanos”, dijo Halperín.

“El narcotráfico hoy es gobierno en muchas cárceles federales” de la Argentina.