El gobierno confirmó que alquiló un avión privado a una empresa británica para la gira de Cristina Fernández por países asiáticos y explicó que se debió al temor a “un probable intento de reclamos” contra el Tango 01, ante la “postura agresiva d los fondos buitres”.

El secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, difundió un en el que ratificó la información del alquiler de la nave publicada por el diario británico The Sun, aunque cuestionó y desmintió al medio por referir que la transacción fue “de manera ultra secreta y por un millón de dólares”.

Según detalló el funcionario, la transacción por el viaje a Cuba, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia y Vietnam ascendió a “880.000 dólares”.

La Casa Rosada aseguró que la Cancillería aconsejó “la no utilización del avión Presidencial T-01, en razón de la postura agresiva de los fondos buitre con la Nación Argentina, ya que era altamente probable el intento de reclamos, medidas precautorias o de ejecución sobre dicha aeronave”.

Para la Dirección General de Consejería Legal del Ministerio de Relaciones Exteriores, “las gestiones que se pudieran realizar ante los gobiernos respectivos podrían no resultar suficientes para despejar la posibilidad de que se dicten medidas en contra del Tango-01”.

Parrilli explicó que la postura de la Cancillería fue compartida por la Procuradora General de la Nación, Angelina Abbona” y “en atención a ello, el jefe de la Casa Militar, Tte. Cnel. Agustín Rodríguez, a fin de evitar circunstancias perjudiciales para el Estado Argentino, aconsejó no emplear el T-01 para dicho viaje y contratar un avión particular”.

La decisión se tomó luego de que la Fragata Libertad de la Armada Argentina fuera retenida en Ghana por un pedido de fondos buitres y luego liberada tras la intervención del Triunal del Mar.

La información oficial sobre la contratación del avión privado llegó luego de que el diario The Sun publicara que el gobierno argentino había contratado una nave a una empresa británica por un millón de dólares y en forma secreta.