Siguen las repercusiones sobre la representatividad política que quedó de manifiesta en la maratónica sesión que finalmente dio el visto bueno –por ajustada mayoría- a los proyectos del oficialismo para reformar el sistema judicial. “Fue un bochorno”, enfatizó el diputado por la Ciudad de Buenos Aires por el radicalismo, Manuel Garrido.

“Esta manera de legislar termina en sucesos como estos. Sin debate ni consenso, intentando eludir los reglamentos…”, se quejó el ex fiscal de la Oficina Anticorrupción.

“La diputada Comeli se durmió y después usó esa excusa para que se votara de nuevo…no funciona de esa manera”, dijo Garrido.

“El mayor enojo de (Agustín) Rossi fue con el presidente de la Cámara, otro compañero del mismo partido”, dijo.

“Fue absurdo, no se puede sesionar 24 horas seguidas”, remarcó el legislador.