El presidente Alberto Fernández la está pasando mal. Primero, tiene que lidiar con sus propios síntomas de Coronavirus, por leves que estos sean. Pero además, le llueven críticas por la forma en que está manejando la pandemia y las medidas de restricción.

"Ayer leía a un imbécil que me llamaba dictador, ¿cuál es la dictadura que estoy ejerciendo? ¿cuidar a la gente, decirles que tengan cuidado? ¿alguien piensa que el que gobierna un país gana haciendo política con la cantidad de contagiados? Hay que ser un imbécil profundo o una muy mala persona", dijo enervado el Presidente.

No contento con ello, reflexionó: "Yo quiero descansar en paz antes de morir. Sé que estoy haciendo todo lo que me deja en paz con mi conciencia. Después que digan lo que quieran, que hablen con la brutalidad que hablan, que mientan como mienten... no me importa. Me importa que los argentinos dejen de contagiarse, que no se muera más gente en una pandemia que está afectando al mundo entero”.

Respecto a la afección a la economía que pueden producir las medidas restrictivas, dijo que: “¿Ustedes piensan que yo quiero estar en un país donde la economía caiga, la pobreza crezca y el trabajo falte? Realmente hay que ser muy miserable para inducir a la gente a creer esas cosas”, contunendente.

Por fin en declaraciones a Radio Con Vos, relató como fue el proceso que llevó a estas medidas: “Larreta me dijo ‘esperemos porque tal vez es un rebrote como el de enero y lo controlamos’, pero pasó el tiempo y se extendió el problema y entendió que era necesario tomar estas decisiones".

Además en atención al cierre de locales gastronómicos, aclaró que: “Atendí el planteo de Horacio; Axel tampoco estaba de acuerdo en cerrar a las 22. Pero como no soy un necio y un testarudo, y me explicaron que no había mucha diferencia en el impacto, accedí a eso para que todos lo cumplamos”.