El país ibérico se suma a Holanda, Belgica , Luxemburgo y Canadá que regularán la Ley de Eutanasia. La misma entrará en vigor tres meses después de publicarse en el Boletín Oficial del Estado e incluirá la ayuda médica para morir como una nueva prestación en el Sistema Nacional de Salud, con claras reglas sobre quién puede pedirla, cómo y con qué controles. 

A diferencia de otras naciones, la norma española tiene un proceso garantista y varios requisitos que son fundamentales: - Mayor de edad y sufrir "una enfermedad grave e incurable" o un "padecimiento grave, crónico e imposibilitante" que afecte a la autonomía y que genere un "sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable". 

Nacionalidad española, residencia legal en España o certificado de empadronamiento que acredite un tiempo de permanencia en territorio español superior a doce meses. Cuando el paciente no se encuentre en pleno uso de sus facultades ni pueda prestar su conformidad libre, voluntaria y consciente, debe haber suscrito con anterioridad un documento de instrucciones previas, testamento vital, voluntades anticipadas o documentos equivalentes legalmente reconocidos. 

El presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), Javier Velasco, dijo que la ley «ahorrará mucho sufrimiento a muchas personas ''. Se pedirán pocas eutanasias, pero la ley beneficiará a toda la sociedad». En los países donde la eutanasia es legal, informa DMD, su práctica supone entre el 1% y el 4% del total de fallecimientos anuales. 

“En un año normal (sin pandemia) en España fallecen algo más de 420.000 personas, por lo que es razonable estimar que entre 4.000 y 17.000 personas decidan adelantar su muerte cada año una vez la ley esté asentada. 

La experiencia internacional sugiere que las cifras serán más reducidas al principio e irán en aumento según crezca el conocimiento sobre la ley entre la ciudadanía, los profesionales sanitarios y las propias administraciones”.