Ganarle a River es casi sinónimo de generar un partidazo. Porque el equipo de Núñez es regular e incluso ante la derrota juega bien. San Lorenzo ejecutó su plan de juego consistente en transiciones veloces casi a la perfección y le ganó 2 a 1 en El Monumental. Nicolás “Uvita” Fernández y Jalil Elías convirtieron para el Ciclón y Federico Girotti descontó para el Millonario.

El partido arrancó con terrible ida y vuelta. El equipo de Marcelo Gallardo tomó la pelota y empezó a mostrar su habitual capacidad creativa, pero los de Diego Dabove anticiparon sus virtudes y mostraron rápido lo mucho que podían dañar con ataque certeros y veloces.

A los 13, cuando parecía que el dominio de River podía hacerse más sostenido, el conjunto de Boedo tuvo una muy concreta y dejó una clara advertencia. Óscar Romero le puso un gran pase a Nicolás “Uvita” Fernández, que picó al espacio y definió de fuerte de zurda. Franco Armani se plantó y contuvo muy bien.

Dos minutos después, otra vez “Uvita” apareció por detrás de todos. En este caso, aprovechó un muy mal pase de Enzo Pérez de cabeza hacia atrás. El volante no miró y dejó solo al delantero ex Defensa y Justicia, que esta vez, ante la salida del arquero, definió muy bien de derecha y puso el 1 a 0.

El Millonario sostenía la pelota, pero el equipo de Diego Dabove administraba bien dónde y cuándo presionar y en cada contraataque era letal. El Cuervo jugó, en el primer tiempo, en su mejor forma en todo el año.

El encuentro siguió en su tremendo ritmo. A los 28, el local estuvo muy cerca del empate. Julián Álvarez, cayéndose, le puso un pase bárbaro a Rafael Santos Borré que definió contra el cuerpo de Sebastián Torrico y en el rebote, Nicolás De La Cruz pateó cruzado y Diego “Torito” Rodríguez prácticamente atajó con su pie derecho.

El Millonario tuvo varias más para empatar, desde un cabezazo de Paulo Díaz hasta una llegada clara que Jorge Carrascal no pudo resolver de volea. Más allá del buen partido de San Lorenzo, el local fue superior pero falló en la definición. Otra vez, como hace algunos partidos, la falta de eficacia le jugó en contra.

En el arranque de la segunda mitad, otra vez el Ciclón pegó fuerte. Cada vez que un volante del Millonario perdía una pelota, el equipo de Dabove lo hacía pagar carísimo. A Agustín Palavecino se le fue un poco larga en la salida, Ángel Romero condujo bárbaro por la izquierda y centró para “Uvita” que se llevó todas las marcas y a pesar de que no pudo definir, hizo el esfuerzo de picar, forzar el cierre de David Martínez y por atrás, con la pelota mansa, apareció Jalil Elías para concretar.

Poco cambió después. River continuó haciendo de Torrico una figura cada vez más grande y perdiéndose goles permanentemente. Y San Lorenzo, que refrescó el ataque con el ingreso de Franco Troyansky, en cada oportunidad se mostraba más peligroso.

Hasta que de tanto insistir, el conjunto de Núñez acertó con su carta goleadora más constante: Federico Girotti. Borré tiró un centro bajo desde la derecha, Alejandro Donatti la empujó contra su propio arco, Torrico volvió a tapar de manera magnífica, pero, en el rebote, el juvenil la empujó.

Tras ese empate, a River le quedaban 15 minutos para ir por el empate. Y fue, pero con menos claridad que antes. De todos modos, Girotti, que pide titularidad a gritos, estrelló un cabezazo en el travesaño que pudo significar el 2 a 2.

El conjunto de Núñez hizo un buen partido pero falló en un aspecto vital. De todos modos, nada puede restarle mérito al tremendo nivel que mostraron los de Boedo, que en un contexto complicado sacaron su mejor versión en mucho tiempo.

San Lorenzo necesitaba ganar, especialmente, a partir del triunfo de Racing en el encuentro anterior, y lo hizo. Se ubica tercero con 18 puntos, la misma cantidad de unidades que River y Racing y a tres del puntero Colón.