En el Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano realizó una encuesta con la consigna “Roba pero hace”.

Su codirectora, Virginia García Beaudoux, remarcó que “la corrupción se acepta en la sociedad pero su tolerancia empeoró”.

“La mayoría conoce, al menos, una persona que cobra un sueldo sin ir a trabajar, lo que se conoce como ‘ñoqui’”, dijo.

“Además, 2 de cada 3 personas cree que no denunciaría un caso de corrupción si se vieran beneficiados con ello”, resaltó Beaudoux.

El informe atraviesa “todas las edades y clases sociales” dentro de la Ciudad de Buenos Aires.

“Podría decirse que en las personas más jóvenes se observa mayor permeabilidad a la corrupción”, enfatizó.

“Hay una conciencia de que ser corrupto es malo pero está muy naturalizado, de forma tal que no se hace nada para modificar esta situación. Lo mismo ocurre con la violación a las leyes”, señaló Beaudoux.