O el presidente de la Nación tiene mucho tiempo libre, o su tercer community manager en lo que va de su mandato, se mandó la misma que les costó el cargo a los anteriores.

El hecho es que esta tarde, el presidente Alberto Fernández o quien sea que maneja su cuenta de la red social Twitter, decidió repostear una caricatura en que el mismo y el presidente ruso Vladimir Putin están vacunado a un gorila.

La imagen del gorila no se refiere al animal precisamente, sino a las personas que no piensan como él, a las que llaman "gorilas". El evento de la vacunación graficado, además, mantiene una incorrección que parece adrede: la vacunación se produce en las nalgas del gorila y no el brazo como hubiese correspondido, seguramente buscando alguna simbología adicional.

Más allá del dudoso gusto, parece inoportuno y poco feliz en medio de una pendemia dramática que ha hecho que el propio presidente dicte un toque de queda y pretenda suspender las clases presenciales.