El jefe de la Unidad Regional I de policía, que tiene jurisdicción sobre el departamento La Capital, donde en 2014 se registraron 153 homicidios (récord en la historia del Gran Santa Fe) se alejó de sus funciones a menos de una semana de haber asumido el cargo. El comisario Juan Pablo Garro, y el gobierno socialista que encabeza Antonio Bonfatti, no pudieron soportar la presión de la opinión pública que hace 9 años denunció al policía por actitudes "discriminatorias" y "antisemitas" y por tener en su despacho un cuadro con símbolos nazis.

Garro (hasta ese día jefe de la Unidad Regional con base en San Cristóbal) había sido designado el miércoles pasado en reemplazo de Sergio Vergara, a quien citó la justicia federal por la investigación sobre la detención en jurisdicción de esta capital de un camión con 1500 kilogramos de marihuana, a fines del año pasado.

Esta tarde dijo que pidió licencia porque "desde hace días vengo soportando un manoseo hacia mi persona y mi familia, que no merezco ni merecen. Por eso le pedí licencia al Jefe de la Policía", explicó.

"Antes de seguir sufriendo y ver a mi familia sufrir, prefiero pedir licencia" agregó el uniformado quien admitió que "me voy dolido". Lamentó tener que apartarse en este momento porque "siempre quise ser policía y el equipo de trabajo que estaba formando era excelente", subrayó.

En cuanto a las denuncias sobre su inclinación nazi, Garro remarcó que "todo el mundo tiene derecho a opinar, pero yo no tengo ideología nazi. Tendría que haberme reunido con la comunidad israelita mucho tiempo antes para darle una explicación. Hoy, trabajar con incertidumbre, no es cómodo para nadie", admitió.

El nombramiento de Garro al frente de la Unidad Regional I había provocado el rechazo de la agrupación H.I.J.O.S, de Madres de Plaza de Mayo, el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), la comunidad judía de Santa Fe, el Foro Contra la Impunidad y Por la Justicia de la capital provincial.

En 2006 Garro fue denunciado por un subalterno del Grupo de Operaciones Especiales (GOE). El policía dijo en Asuntos Internos que el jefe le decía frases como "negro de mierda", "los negros son fusibles" y "si Hitler hubiese estado acá tu familia no hubiese estado hoy", refiriéndose a su color de su piel y porque estaba casado con una mujer judía. En el despacho de Garro, además, encontraron un cuadro con símbolos nazis. La denuncia abrió un sumario interno y una causa judicial que tuvo un trámite exprés y fue archivada en pocos meses.

Hace algunos días, el secretario de Seguridad Pública de la provincia, Gerardo Chaumont, defendió la designación de Garro: "Si no está imputado o condenado puede estar en la fuerza. No vamos a iniciar una caza de brujas por hechos que ocurrieron en 2006", agregó, y aclaró que era "un caso cerrado".

Desde la Asociación Israelita I. L. Peretz le respondieron que no se trataba de una casa de brujas sino de "designar funcionarios probos y democráticos" y pidieron una audiencia a los ministro de Seguridad y Gobierno, Raúl Lamberto y Rubén Galassi, para expresar su "preocupación" por la designación del jefe acusado de nazi.