El fiscal federal Guillermo Marijuan, tiene en carpeta el llamado a indagatoria del empresario farmaceútico Hugo Sigman, que se produciría en los próximos días, por lo que en los pasillos de Comodoro Py llaman “una defraudación al Estado histórica”, no solamente por el volumen de dinero que implicó, sino porque se trató de la venta de vacunas que jamás fueron entregadas, en medio de la pandemia más terrible de la historia.

Marijuan analiza a toda velocidad la documentación secuestrada al propio Sigman y al Ministerio de Salud de la Nación y, hasta el momento, la evidencia recogida es perfectamente contrastable con los instrumentos que los denunciantes incorporaron al expediente.

De hecho, fuentes del quinto piso del edificio del barrio porteño de Retiro, insisten que “así como está, la causa se podría ya elevar a juicio”. Una de las cosas que quiere saber el fiscal, es que se habló en la reunión que Sigman mantuvo en Roma, el pasado 15 de abril con el ministro de Economía Martín Guzmán y el embajador en Italia, Ricardito Alfonsín.

Curiosamente, luego de ese encuentro gastronómico, se anunció que Guzmán viajaría a Rusia para agilizar la entrega de vacunas, función que parece bastante ajena al rol de ministro de Economía.

El representante de la vindicta pública, tiene en el listado de futuros indagados a los hijos de Sigman, presidente del grupo empresario el mayor de ellos y de empresas de ese grupo otro de los jóvenes Sigman.

La crisis de eventuales hechos de corrupción con las vacunas, surgen en medio de un violento cuestionamiento mundial al laboratorio Astrazeneca y en nuestro país involucra un hecho atroz: el pago por adelantado de 54 millones de dólares por parte del estado argentino a Sigman, como adelanto del 60% del total, a cambio de la entrega de 22 millones de vacunas, de las cuales, no entregó ni una.