Otra vez, un duelo entre Racing e Independiente adquiere por cuestiones propias del fútbol y otras no tanto, matices épicos. Son varios los duelos en el último tiempo que tomaron en la previa o durante el partido características que lo hicieron memorable.

En este caso, la cantidad de bajas por COVID-19 en el Rojo, y algunas ausencias también determinantes en la Academia vuelven a teñir el Clásico de Avellaneda de un halo heroico. Desde las 21 se enfrentan en la cancha de Racing.

Probablemente el gol de chilena de Lisandro López para empatar el partido en el último minuto en 2016, en el Libertadores de América inauguró una serie de partidos de los cuales pocos escaparon a la lógica del heroísmo futbolero.

Ya antes, en la final de la liguilla pre Libertadores 2015, Independiente le había ganado a Racing de visitante con 9 futbolistas, pero, dado que a pesar de estar al borde no consiguió el tercer tanto que le hubiese dado la clasificación, quedó un poco en el olvido.

Luego, llegó aquel partido del 2017, en el que el Rojo de Ariel Holan fue al Estadio Presidente Perón con una parva de juveniles y varios jugadores que casi no jugaron más en el club, como Nestor Breitenbruch o Rodrigo Moreira, lidió buena parte del partido con un futbolista menos y terminó con Damián Albil, tercer arquero, que venía con muy poca actividad, atajando los últimos minutos por la lesión de Gonzalo Rehak. Esa conformación se debía a que afrontaba las semifinales de la Copa Sudamericana, en la que se consagró. El visitante se impuso 1 a 0.

Y el último, el recordado encuentro en el que Racing triunfó por la mínima a poco del final tras jugar casi todo el segundo tiempo con 9 jugadores. Se habían ido expulsados Gabriel Arias, que será el arquero esta noche en la primera mitad, y Leonardo Sigali, al comenzar la segunda. Sobre el final, llegó el gol de Marcelo Díaz, quien inmortalizó una particular imagen al jugar un pequeño tramo del partido con una banana en la mano para reponer potasio.

En este caso, otra vez, la historia toma un dramatismo mayor al habitual, ya desde la previa. Independiente llega con una enorme cantidad de bajas por contagiados de Coronavirus. Tendrá casi 10 futbolistas con los que no podrá contar, además de su entrenador, Julio Cesar Falcioni y a su preparador físico, Gustavo Otero.

Omar Piccoli y Pedro Damián Monzón, armarán con lo que pueden un equipo que no tendrá a varios de los habituales titulares, pero que especialmente carecerá de recambio. Dado que el brote afectó también a la Reserva, varios de los futbolistas que fueron llamados para estar en el banco en este encuentro ni siquiera son habituales titulares en dicha categoría. De los que suelen formar parte del once inicial, el Rojo no va a tener a Sebastián Sosa, Lucas Romero y Domingo Blanco por COVID y a Ayrton Costa por lesión.

Racing también tendrá tres bajas en su equipo titular. Si bien posee un plantel mucho más completo y menos dependiente de juveniles, sufrirá las ausencias de Ignacio Piatti, que comenzó a ser titular hace algunas fechas y Darío Cvitanich, habitual suplente, por COVID, y la de Sigali por lesión. Ambos equipos están al límite en la zona de clasificación y perder puntos a esta altura, cuando quedan esta y otras cuatro fechas es muy complejo.

Dados los antecedentes recientes de Racing, ante River, y la particular situación de Independiente, el partido épico de definición agónica es una posibilidad, tanto como la del trámite avaro y el trámite sin dueño.