El abogado Paul Clement, quien se desempeña como consejero legal de Argentina en el caso contra los fondos buitre, advirtió que si la Corte Suprema avala los fallos dispuestos por tribunales inferiores en la causa que el país enfrenta a tenedores de títulos en situación de default, pondrá en peligro el sistema de reestructuraciones voluntarias de deuda, por el "poder" que esto dará a los holdouts.

"Si la interpretación actual de los tribunales inferiores sobre el `pari passu` se mentiene, cambiará radicalmente el balance de poder en favor de los holdouts a tal grado, que pondrá en peligro las reestructuraciones de deuda soberana voluntarias", dijo el ex procurador General de los Estados Unidos durante la administración de George W. Bush, durante un encuentro organizado por la Embajada argentina en Washington.

Clement sostuvo además, que "la evasión de los tribunales de la inmunidad soberana extranjera, es un asunto de interés para todos los (Estados) soberanos".

Clement, realizó estas declaraciones al participar como orador principal de un desayuno organizado por la Embajada, convocado bajo el título: "Reestructuraciones de deuda soberana: Por qué (el caso) NML vs Argentina importa a todos".

El abogado experto en causas ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, centró su exposición en los argumentos clave del recurso extraordinario (writ of certiorari) presentado por Argentina ante el máximo tribunal el pasado 18 de febrero, en el que pidió la revisión de las decisiones "erróneas" tomadas por los tribunales inferiores de Nueva York.

"Si la interpretación actual sobre pari passu (cláusula de tratamiento igualitario) de los tribunales inferiores se mantiene, cambiará radicalmente el balance de poder en favor de los holdouts a tal grado que pondrá en peligro las reestructuraciones de deuda soberana voluntarias, advirtió ante los más de cien expertos presentes en el encuentro.

Los fallos, dictaminados primero por el juez Thomas Griesa y ratificados por la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, obstaculizan a la Argentina cumplir con la realización de su deuda a menos que pague en su totalidad a los acreedores que optaron por no ingresar en las reestructuraciones de deuda soberana de 2005 y 2010.