La Corte Suprema estableció límites estrictos al uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia.

Sostuvo que esos decretos “deben obedecer a condiciones de rigurosa excepcionalidad, para limitar y no para ampliar el sistema presidencialista”.

Sentó así jurisprudencia en un fallo basado en un DNU que firmó Eduardo Duhalde en 2002.

Ratificó la potestad judicial para controlar la existencia de la necesidad y urgencia.

Y recordó que “la reforma constitucional de 1994 pretendió atenuar el sistema presidencialista, fortalecer el Congreso y darle mayor independencia al Poder Judicial”.

Para Federico Pinedo “el fallo le pone un límite a las groserías cometidas por el Gobierno con el manejo de los DNU”.

Por Continental, el presidente del bloque del PRO en Diputados la presidenta “legislaba como si no estuviera el Congreso” para poner en vigencia normativas importantes.

“Argentina se convierte por momentos en un país donde cumplir la ley es optativo. Con todas estas groserías, el mensaje de la Corte es claro. Es un triunfo muy importante de los que creen que la Constitución debe ser respetada”, se alegró en Magdalena Tempranísimo.

Sobre el procesamiento al jefe de Gobierno porteño por las escuchas ilegales, consideró que Mauricio Macri “está pagando decisiones que tienen un enorme valor y otras discutibles. El costado bueno es la promesa de campaña de crear una Policía de la ciudad de Buenos Aires. Hubo una oposición tremenda a que hubiera una Policía nueva”, arguyó.

“Si hubiera puesto a la Virgen María (en vez de al “Fino” Palacios) también tendría problemas. Si además de crear la Policía nombra a una persona que, aún siendo inocente, tiene una interna feroz con la Policía Federal y con la SIDE, el problema es mucho mayor. Eso lo está pagando Macri. Si además es culpable, es mucho peor”, agregó con inextricable lógica.

“Desafiar a algunos poderes sale caro en Argentina”, concluyó Pinedo.