El juez Pablo Oritja decidió levantar la prohibición para funcionar que pesaba sobre la minera canadiense Barrick Gold, medida que duró tan sólo 9 días, al hacer lugar a un pedido de la propia empresa que ocasionó alarma en la población de Jáchal al derramar por accidente cientos de litros de cianuro al principal río de San Juan, luego de una falla en el sistema de contingencia. 

El magistrado lo definió, no obstante, bajo “condicionamientos” que no han sido dados a conocer pero apuntan a que la minera pueda garantizar la seguridad de las operaciones en alta montaña.

Las restricciones eran solamente en la generación de lingotes de oro, en cuyo mecanismo se utiliza cianuro. Este parate significa para la compañía pérdidas millonarias, según fuentes de la empresa.