Una publicación de La Nación asegura que Eduardo Grinberg, presidente del Tribunal de Cuentas bonaerense, puso a su mujer, a su hijo y a un profesor de yachting de su hijo a trabajar allí. Por Continental, Grinberg, aseguró que "Mi hijo ingresó por concurso, igual que los otros hijos de los integrantes del tribunal. Después, sí, Scioli lo designó por decreto en su cargo actual. El profesor de yachting no fue contratado por esa actividad circunstancial, sino como apoyo en informática", adujo en María O'Donnell Continental.