No será una revancha. No hay manera de comparar una semifinal de Copa Libertadores con una segunda fecha de fase de grupos. Sin embargo, el plantel de Boca, que poco se ha modificado respecto de la temporada pasada, aguarda con ansias la chance de demostrar que aquel fatídico partido en Vila Belmiro es parte del pasado.

El Xeneize recibe al necesitado Santos en La Bombonera desde las 21.30, en lo que promete ser el gran partido del grupo. La realidad del equipo de Miguel Ángel Russo es errante. Pasa de ser elevado hasta la estratosfera por un par de buenos rendimientos, a ser condenado al peor de los avernos por un resultado negativo. Esas variaciones no son solo producto del juego mediático.

Pero, desde hace algunas semanas, goza de un periodo de tranquilidad. Los juveniles en la mitad de la cancha le han dado frescura, juego y dinamismo al equipo, y mientras no haya dudas sobre su presencia todo parece ir sobre ruedas. A pesar de ello, un par de situaciones le presentan interrogantes al entrenador respecto del equipo que presentará este martes a la noche.

El principal inconveniente radica en el lateral izquierdo, donde Frank Fabra no podrá estar, ya que sigue suspendido, y Emmanuel Más es duda por una molestia física. Pese a que el ex San Lorenzo hará todo lo posible por estar, desde el cuerpo técnico de Boca barajan dos alternativas por si no llega: el juvenil Agustín Sández, que jugó unos minutos contra The Strongest, o Julio Buffarini por la izquierda y Nicolás Capaldo como lateral derecho.

Además, en ataque persiste una incógnita puramente futbolística y tiene que ver con dos jugadores de buenos rendimientos recientes. Franco Soldano convirtió en los dos últimos partidos a nivel local, frente a Atlético Tucumán y contra Huracán y parece forzar su presencia en el equipo. Pero, Agustín Obando también atraviesa un buen momento, y más allá de alguna molestia física que lo marginó del último encuentro frente al Globo, no hizo nada para salir.

Del otro lado hay un rival poderoso y herido. Subestimar al Santos por el difícil contexto en el que se encuentra, puede ser el peor error del conjunto de La Ribera. Es cierto, el Peixe acaba de quedarse sin su entrenador, Ariel Holan, quien renunció tras recibir amenazas como consecuencias de malos resultados. A pesar de eso, una buena porción de los hinchas del club pidió enfáticamente la permanencia del ex DT de Independiente en el club mediante redes sociales.

Sin embargo, el argentino dejó su cargo y no dirigirá esta noche. De los resultados negativos más significativos, uno fue frente a Corinthians, el domingo pasado por el Campeonato Paulista. En dicho encuentro, Holan puso suplentes dada la enorme cantidad de partidos que se juegan en Brasil. La otra caída dolorosa es la que origina la necesidad de un triunfo frente a Boca. Santos perdió como local en la primera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores frente a Barcelona de Ecuador. Ese resultado, si bien el torneo recién empieza, coloca al conjunto de Guayaquil como aspirante a uno de los puestos de clasificación y le pone presión al conjunto brasileño.

Además, perdió a una de sus máximas figuras durante el último fin de semana. El venezolano Yeferson Soteldo fue vendido al Toronto de Canadá que juega en la MLS. A pesar de eso, no le faltan individualidades que puedan sacar diferencia aún en este marco. En ataque estarán Marinho, Kaio Jorge y Lucas Braga, a quienes el Xeneize ya sufrió en la Copa pasada, más los juveniles que han ingresado muy bien en el equipo como el central Kaiky o el volante Gabriel Pirani.