Las comunidades originarias resolvieron levantar el campamento que mantenían en Plaza de Mayo, donde reclamaron ser recibidas por la presidenta Cristina Fernández, y realizarán protestas cada miércoles en el mismo predio, que se cumplirán también en el interior del país.

Los representantes de las comunidades, acompañados por dirigentes de organizaciones de Derechos Humanos y legisladores nacionales, iniciaron la vigilia este jueves tras entregar el petitorio con sus reclamos en Casa de Gobierno.

La presidenta, pese al pedido, no los recibió, por lo cual levantaron el campamento y aprobaron proseguir la protesta los miércoles desde las 16. “La idea es instalar la agenda indígena dentro del Poder Ejecutivo”, confirmó Félix Díaz, de la Comunidad Qom.

“Es una forma de querer evitar que los indígenas sigan avanzando. Pero ahora la lucha es organizada; queremos que nos devuelvan los territorios que son nuestros”, subrayó.

Díaz aseguró que “la mayoría de las comunidades de todo el país tienen problemas con los legisladores”.

“Estamos pasando por un mal momento porque nos niegan el acceso a los DNI, nos niegan el agua, el acceso a los hospitales…”, denunció el representante aborigen.

Díaz remarcó que “la educación es pésima” en los establecimientos porque “no hay representantes de la comunidad enseñando”. Asimismo, dijo, “la mayoría de nuestros jóvenes son analfabetos”.

“A los maestros no les importa si los chicos no van nunca a la escuela, les dan los certificados igual para que pasen de grado y cobren, sus padres, la asignación universal por hijo. No queremos negociar con el Estado porque tiene la obligación de resolver esta cuestión como lo marca la Constitución”, subrayó Félix Díaz.