“El Sistema de Atención Médica de Emergencia depende del Ministerio de Salud del gobierno de la ciudad”, dijo el director del SAME, al relatar de qué se trata su ardua tarea diaria.

Alberto Crescenti señaló que el servicio de auxilio que “trabaja los 365 días del año” tiene alrededor de “1.000 salidas diarias”.

“Es un sistema gratuito para toda la población, con el discado (telefónico) del 107”, subrayó.

Crescenti explicó que existe un número determinado de ambulancias preparadas en los hospitales públicos, sumado a dos helicópteros estacionados en Puerto Madero, preparados para cualquier urgencia médica de alta complejidad.

Los operativos del SAME cubrieron, entre otras catástrofes, la destrucción de la Embajada de Israel y también durante el ataque a la AMIA.

Tragedia de Once. “Todo se hizo en orden; en lo que es emergencia y respuesta hay cosas fundamentales como una única voz de mando”, enfatizó el médico.

Los bomberos debieron usar vaselina y aceite para “tratar de que resbalen los heridos y poderlos sacar. En 6 o 7 metros había más de 100 personas apiladas”.

“Se trabajó con sierras, sogas y todo tipo de herramientas porque el accidente los había dejado totalmente aprisionados”, subrayó.

“El acceso y la llegada fueron muy rápido, desde el llamado de auxilio”, dijo, con respecto a la tragedia que dejó, ya, 51 muertos.

Crescente señaló que la mayoría de las víctimas fatales, fallecieron por aplastamiento.

“Quedan cerca de 30 heridos internados”, dijo el médico, que lleva 33 años como profesional de emergentología.

“Se evacuaron 700 pacientes en menos de 3 horas y no se saturó ningún hospital. Hubo seis vuelos urgentes, que eran cuestión de vida o muerte”, señaló.