El titular del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA), Jorge Colina, opinó que "conceptualmente no tiene nada que ver" una eventual quita de de subsidios a los servicios públicos a quienes compran dólares, y afirmó que "operativamente" sería de difícil implementación.

"Conceptualmente no tiene nada que ver una cosa con la otra. Quien compra dólares lo hace para ahorrar y protegerse de la inflación", señaló Colina en diálogo con DyN.

El economista consideró además que "operativamente es muy difícil" instrumentar esa medida porque "la persona que compra dólares no necesariamente tiene a su nombre el servicio público".

Para Colina, la forma eficaz es "eliminar todos los subsidios" para luego "otorgar" el beneficio "solamente a los hogares pobres".
"La primera regla es sacar todos los subsidios, y luego, con las bases de datos que hay para cruzar información, identificar cuáles son los hogares pobres".

Según su visión, ese "debería ser el criterio y no al revés, darle a todo el mundo el beneficio y después sacarlo".
A su vez, replicó también dichos de la presidenta Cristina Fernández acerca de que los trabajadores tienen prosperidad y por eso compran dólares.

En este sentido, indicó que "solo un tercio" de la fuerza laboral, que son los trabajadores que están en blanco del sector público y privado, "tuvo un aumento en su nivel de ingreso porque el salario real creció".

"Otro tercio son trabajadores en negro que siguen ganando remuneraciones bajas" destacó y precisó que en ese segmento el ingreso promedio ronda los 2.200 pesos.

El otro tercio, explicó, son "cuentapropistas, que algunos les puede haber ido bien" pero "el 80 por ciento son trabajadores de bajo nivel de calificación".

"El mercado laboral tiene una situación muy heterogénea. No les fue a todos igual. Los trabajadores formales son los que más estabilidad tienen y les va bien en la medida que la economía marcha bien. Para los dos tercios restantes, que están en la informalidad, en su mayoría no puede ir a comprar dólares", concluyó.