El dueño de Trenes de Buenos Aires (TBA), Claudio Cirigliano, quien se encuentra detenido , culpó al maquinista Marcos Antonio Córdoba por la tragedia ferroviaria de Once, al aseverar que el accidente "fue una falla humana".

El empresario aseguró además que no gestionó los subsidios del gobierno a TBA y deslindó cualquier responsabilidad personal en el "área de material rodante e infraestructura" de la compañía.

Cirigliano, asistido por su abogado defensor Juan José Sforza, declaró durante dos horas ante el juez federal Claudio Bonadio y seguirá detenido.