Durante su visita a Bolivia, el vicepresidente argentino Amado Boudou declaró a la prensa que la muerte del fiscal Alberto Nisman "es una operación montada para intentar desgastar al Gobierno, cosa que no van a lograr".

En el Palacio Quemado de La Paz, donde Evo Morales asumió su tercer mandato consecutivo, Boudou aseguró que la investigación sobre la muerte de Nisman está a nivel de la justicia "y lo van a desentrañar".

Nisman investigaba el atentado contra la mutual judía AMIA ocurrido en 1994, y había acusado de encubrimiento en esa causa a la Presidenta, al canciller Héctor Timerman, al diputado Andrés Larroque, al líder piquetero Luis D'Elía y al jefe de la agrupación Quebracho, Fernando Esteche