“No saben el dolor y el peso que tengo de estar haciendo este juramento”, enfatizó el nuevo gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck al asumir el cargo, tras la confusa muerte de Carlos Soria, quien había sido elegido por casi el 50 por ciento de los votos en los comicios de octubre.

“Vamos a cumplir desde el primero hasta el último punto de sus ideas”, subrayó en su discurso.

“No hay cambio de rumbo ni revisión de nada”, aclaró Weretilneck, para quien el discurso de asunción de Soria “es nuestra biblia”.

“La provincia perdió a su líder, a la gran esperanza”, remarcó, al recordar a su compañero de fórmula.

“Estamos preparados para muchas cosas, no para esto”, lamentó el flamante gobernador de la provincia patagónica.