Carmen María Argibay falleció esta tarde a los 74. Durante su extensa trayectoria en la Justicia, la jueza se destacó por luchar por los derechos de la mujer. Fundó la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina y se pronunció en varias ocasiones a favor de la despenalización del aborto.


Nacida el 15 de junio de 1939, fue presa política en la última dictadura e integraba la Corte Suprema de Justicia de la Nación desde el 3 de febrero de 2005. Argibay fue la primera jueza del máximo tribunal nombrada por un Gobierno constitucional, en ese entonces gracias al aval del presidente Néstor Kircher.


El Senado aprobó su pliego el 8 de julio de 2004 con 42 votos a favor, de la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner, oficialistas y radicales, contra 17 votos de otros peronistas, entre ellos Eduardo Menem, Antonio Cafiero, Celso Jaque y Ramón Saadi.


Autodefinida como atea, la magistrada se pronunció en varias oportunidades a favor del derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo -un respaldo a la despenalización del aborto- y por ello recibió críticas de la Iglesia católica.


Después de una extensa carrera en el ámbito judicial, Arigbay fue nombrada jueza el 7 de junio de 1984. Fue ascendida en 1988 y en 1993 y se jubiló el 1ro. de enero de 2002.


También actuó en el ámbito internacional: fue nombrada por la Asamblea General de la Naciones Unidas como jueza para el Tribunal Criminal Internacional que juzgó crímenes de guerra en la ex Yugoslavia.


La jueza era también integrante de la Asociación Internacional de Derecho Penal y miembro fundadora de la Asociación Internacional de Mujeres Jueces, entidad que presidió entre 1998 y 2000.


DyN