La petrolera YPF reafirmó que el acuerdo de inversión con Chevron en Vaca Muerta no contiene "ni un decreto ni una ley para favorecer" a la compañía estadounidense, y endilgó a "determinados intereses" la responsabilidad de generar sospechas sobre "supuestos secretos y cláusulas abusivas" que pueden "poner en riesgo la continuidad del proyecto y de inversiones futuras. Se trata de un acuerdo comercial firmado entre dos empresas privadas y que no hay ni un decreto ni una ley para favorecer exclusivamente a Chevron", planteó la empresa. 

Por el contrario, la petrolera nacional aseveró que "todas las normas sancionadas son para favorecer a la Argentina y asegurar a los inversores que el país puede ofrecer condiciones competitivas para producir petróleo y gas". Para la empresa, el éxito del proyecto "parece incomodar a determinados intereses que buscan generar sospechas sobre supuestos secretos y cláusulas abusivas, tratando de sembrar incertidumbre a potenciales inversores", insistió la petrolera.

Al afirmar que "Vaca Muerta hoy no es una promesa" la compañía detalló que YPF y Chevron invirtieron 2.500 millones de dólares en el proyecto, que el yacimiento alcanzó una producción promedio de 31.900 barriles de petróleo equivalentes diarios, con un total de casi 270 pozos perforados y más de 10.000 puestos de trabajos entre directos e indirectos. "Estos resultados ubican al proyecto como el segundo yacimiento con más producción del país y el primero del mundo fuera de los Estados Unidos en no convencional", afirmó el comunicado de YPF.

Por Continental, Juan José Aranguren, presidente Shell, planteó que "la realidad es que YPF sigue siendo una sociedad anónima y se maneja con esas reglas. El acuerdo con Chevron es un acuerdo entre privados, y su contenido es de exclusivo conocimiento entre las partes", admitió.

Previo al acuerdo, se hizo un decreto para permitir a inversiones de más de mil millones de dólares, después de un período de cinco años de hecha la inversión, para sacar del país dividendos y dejarlos afuerta. Posteriormente, se modificaron los parámetros de ese decreto por la nueva Ley de Hidrocarburos para que en vez de mil millones sean doscientos cincuenta con tres años de plazo a partir del cual puede dejar en el exterior el 20 por ciento", historió en La Mirada Despierta. En este contexto, insistio en que le parece "mal que una ley esté hecha a medida de una empresa privada, aunque esa empresa sea YPF, que tiene un 51 por ciento de capital estatal".