El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró que el hecho de que los intendentes del Conurbano que después de octubre de 2013 se fueron al Frente Renovador y ahora, cuando su líder, Sergio Massa, ya no es el ariete preferido contra el oficialismo, vuelven en silencio al Frente Para la Victoria, "tiene que ver con su dignidad", cuando "creen que les ofrecen una propuesta seria y después se dan cuenta que son maltratados. Se van dando cuenta de que esa agrupación es una fantochada", profetizó, y no descartó "una estampida cuando se abra la tranquera".

"Por lo tanto, cómo me va a enojar que cambien de decisión, yo no lo miro con malos ojos, yo reivindico que un radical se sume a nuestra propuesta política, entonces ¿cómo me voy a enojar cuando un peronista quiere volver"?, se preguntó Fernández en diálogo con la prensa antes de ingresar a Casa de Gobierno, al referirse al diputado del Frente Renovador y ex jefe comunal de Almirante Brown, Darío Giustozzi.

Confió que había leído que el aspirante a la gobernación bonaerense, Jesús Cariglino “lo habían expulsado, echado, lo despidieron del Frente Renovador", y que a Giustozzi "lo conminaron a tomar una decisión y la realidad es que muchos me han llamado y me manifestaron su vocación de irse, me parece que va a ser una estampida cuando se abra la tranquera".

En otro orden, coincidió con la presidenta, Cristina Fernández, en la necesidad de disminuir la sideral cantidad de dirigentes kirchneristas que se postulan como precandidatos a la presidencia o la gobernación bonaerense y no miden. "Aquellos que no lleguen a un piso mínimo, que den un paso al costado", reiteró. "Y yo espero se dé (el baño de humildad) porque me da la sensación de que la Presidenta no es de las personas que dicen las cosas por que sí, nada más. En definitiva, la Presidenta de la Nación es la jefa del Movimiento Nacional Peronista", planteó. 

"Lo que creo es que llegado el momento se puede llegar a medir o a buscar alternativas en la que todos (dirigentes y precandidatos) quedemos conformes de que las mediciones muestran más o menos el nivel de aceptación que se tiene y no llegar a una exageración de participación de candidatos que, seguramente, no están en condiciones de aportarle a eso volumen político" para evitar "lo que ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires y habrá que tomar alguna decisión" en la interna bonaerense.