“El 6 de enero recibí un mensaje por Whatssap en el que me decía Alberto Nisman que estaba en Londres y que quería tomar un café conmigo a su regreso al país”, relató Laura Alonso, diputada nacional del PRO.
 
“Me llamó muchísimo la atención el seguimiento de su llegada en Ezeiza. La forma en que estaba tomado y los paneos”, remarcó.
 
“Él estaba muy convencido de lo que ya había hecho, que fue presentar la denuncia”, agregó Alonso.
 
“Hace un año, él me dijo que estaba detrás de una investigación que pretendía corroborar”, subrayó. “Nunca más me volvió a hablar de este tema específico”.
 
“Él tenía información fidedigna de que iban a apartarlo de la causa AMIA y el quiso resguardar todo eso, pensaba que si él se iba todo quedaría enterrado”, enfatizó.