Cumpliendo una orden judicial, personal de Gendarmería Nacional se hizo presente en la propiedad del empresario Lázaro Báez en Santa Cruz. Los efectivos debieron forzar la puerta para el ingreso. Cuando llegó Báez, visiblemente enojado, mantuvo una reunión en el interior del salón.

Alrededor de las 13:00hs un móvil de Gendarmería Nacional se hizo presente en una de las propiedades que tiene Lázaro Báez en calle Guer Aike de Río Gallegos. Allí se levanta un prolijo edificio en cuyo interior se aprecia un enorme salón, donde se puede ver un pañol de herramientas y en uno de sus laterales, estacionados los autos de alta gama que se dio en llamar “la flota negra".

Los gendarmes que arribaron al depósito esperaron un tiempo prudencial y ante la ausencia de personal de la empresa que les abriera el portón de acceso, llamaron a dos obreros quienes se encontraban trabajando en una obra vecina, los integraron como testigos y además éstos les ayudaron a forzar la puerta de entrada, para lo cual usaron maza, cortafierro y barretas.

Al cabo de unos quince minutos, lograron quitar la puerta e ingresar al recinto. Allí permanecieron hasta que Lázaro Báez llegó a bordo de una Toyota Hilux gris. El empresario se bajó visiblemente molesto, aparentemente por la forma brutal con que ingresaron los Gendarmes. “No era necesario, yo puse a disposición de todos ustedes mis propiedades”, dijo lacónicamente Báez a quienes estábamos allí presentes, mientras ingresaba a su inmueble.

Fuente: OPI Santa Cruz