“El proyecto está bien intencionado porque trata de igualar oportunidades pero resulta, lamentablemente, un pésimo instrumento”, enfatizó Alieto Guadagni, miembro de la Academia Nacional de Educación, sobre las nuevas modificaciones que aprobó el Congreso para las universidades.

“Argentina es un país muy atrasado en graduación universitaria”, subrayó es especialista.

“Cuba tiene 45 por ciento de graduados universitarios; Chile tiene 19, México también, y Argentina tiene 12 por ciento. Brasil tiene muchos más graduados que Argentina”, remarcó en La Vuelta.

Guadagni explicó que una de las claves es el nivel académico de los alumnos secundarios.

“Los brasileños gradúan 50 por ciento de cada 100 que ingresan y en Argentina gradúan 30. La deserción Argentina es enorme. La escuela secundaria no genera los incentivos suficientes para un buen ingreso a la universidad, la universidad ahí no puede recuperar terreno. Ahí la Argentina se ha quedado sola”.

“Si a nosotros nos preocupa en serio la igualdad social hay que cruzar el charco, ir hasta Montevideo y ver cómo funciona la Universidad de la República: el 20 por ciento de los graduados lo hizo con una beca mensual de 280 dólares por mes. El dinero no salió de los contribuyentes, salió de los graduados que por 25 años de su vida, tras el quinto año de su vida, aportan unos 130 dólares por año”, remarcó.

“El gasto público progresivo favorece más a los hogares de menores ingresos, pero en la universidad, el gasto del Estado favorece notablemente a los de mayores ingresos”, agregó Guadagni.