La hija de Hebe de Bonafini, Alejandra, pidió a la Justicia que levante el embargo que pesa sobre sus bienes en el marco de la causa en la que se investiga el presunto desvío de fondos de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, en la que está imputada.

Lo pidió ante el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien quedó a cargo de la causa luego que de fuera apartado por la
Cámara Federal su par Norberto Oyarbide, y al anular todos los procesamientos, incluidos el de los hermanos Sergio y Pablo
Schoklender.

En la presentación, Bonafini recordó que Oyarbide decidió trabar embargo ante la sospecha de que "diversos rodados cuya titularidad recae en cabeza de algunas personas y empresas investigadas podrían haber sido adquiridos con fondos públicos desviados de su destino natural".

"Si bien no se alcanza a comprender la razonabilidad de tal medida, pues se muestra infundada, lo concreto es que hoy no se
justifica mantener su vigencia", sostuvo Bonafini.

En ese sentido sus abogados se quejaron que "hace más de dos años" Alejandra Bonafini "se encuentra meramente imputada, sin que haya considerado menester convocarla a indagatoria".

"Sin perjuicio de ello, de acuerdo al plexo probatorio reunido, la imputación carece de toda solvencia", agregó su defensa, la
cual recordó que ya en agosto del año pasado pidió el sobreseimiento y aún no tuvo respuestas.

La hija de Hebe de Bonafini había sido acusada por vender un departamento a su nombre a la empresa Meldorek, la constructora de la cual fue titular Sergio Schoklender y que fue contratada por la Fundación Madres de Plaza de Mayo para construir las viviendas.

En su descargo, Bonafini aseguró que desconocía por completo la vinculación de dicha empresa con Sergio Schoklender y con personas allegadas a él, aunque la Justicia sospecha que a través de Meldorek se desviaron fondos públicos.