El principal opositor ruso Alekséi Nalvany, ha perdido 16 kilos desde que ingresó en la cárcel, el pasado febrero, y la huelga de hambre que realiza desde hace tres semanas ha deteriorado gravemente su estado de salud y debió ser trasladado a un hospital penitenciario.

“Una comisión de médicos decidió el traslado de Alekséi Nalvany a una unidad hospitalaria para los condenados que se encuentra en el territorio de la colonia penitenciaria Nº 3”, comunicó el servicio penitenciario de la región de Vladimir. El estado de salud de Navalny se considera satisfactorio actualmente. Es examinado diariamente por un médico terapeuta", indicó una fuenrte gubernamental.

Según la misma fuente, "con el consentimiento del paciente, se le prescribió una terapia de vitaminas", informó la agencia de noticias AFP. El estado de salud de Navalny, que según allegados corre el riesgo de graves problemas cardíacos y renales que pueden provocar la muerte, genera mayor inquietud pues sobrevivió hace menos de un año a un envenenamiento por una sustancia neurotóxica.

El opositor del Gobierno ruso liderado por Vladimir Putin dejó de alimentarse el 31 de marzo en protesta por las malas condiciones de detención y acusó a la administración penitenciaria de impedir el acceso de un médico y medicamentos pese a que sufre una doble hernia de disco, según sus abogados. Los médicos particulares que lo evalúan aseguraron el domingo que les impidieron visitarlo.

Según él, también fue amenazado con ser alimentado por la fuerza, opción que tienen las autoridades rusas en caso de negarse a alimentarse de un preso. La Unión Europea se manifestó "profundamente preocupada" por la salud de Navalny, y los cancilleres del bloque iniciaron este lunes una reunión por videoconferencia para analizar el caso del opositor.

Estados Unidos advirtió en el día de ayer que tomará medidas contra Rusia si Navalny moría en prisión durante su huelga de hambre. El crítico de Putin regresó en enero al país tras cinco meses de convalecencia en Alemania a raíz de un envenenamiento del que acusa al Kremlin, aunque sin pruebas.