Hay técnicos que entienden mucho de táctica y poco de mística. Y el fútbol, tiene tanto de una cosa como de otra. Tal vez Pep Guardiola no vio aquel partido entre Argentina y Perú, bajo una lluvia torrencial en el Monumental, que estaba 2 a 2 en el descuento y nos dejaba afuera del Mundial. Seguro no vio como Martín Palermo, a ciegas, en clara posición adelantada, empujó la pelota adentro del arco. 

Esos goles, sustanciales, únicos, definitorios, epopeyicos, los convierten los mitos, no los jugadores de fútbol. Y Guardiola ayer, mantuvo un mito en el banco hasta faltando 15 minutos. Cuando su juego fallaba, era neutralizado casi con facilidad por el Chelsea, cuando por mérito del rival, el juego parecía el del anodino Guardiola que se negaba a abandonar el toque lateral del Barcelona de hace 10 años. Y aun después, cuando empezaron a tirar centros como un amarrete equipo sin recursos, no entendió que necesitaba al mito en la cancha, ese tipo cuya presencia intimida arqueros y defensores, solamente con andar por ahí.

Le dio solo 15 minutos, poco tiempo para su milagro. Tuvo tiempo antes, cuando se lesionó Kevin de Bruyne a los 14 del segundo tiempo, pero prefirió poner a un jugador, Gabriel Jesús, medianamente bueno sí, pero no un mito, que quedó en el banco. El sabrá porqué, a esa altura, estaba claro que nada le sacaba el segundo lugar, pudo intentarlo.

De modo que el mito se fue del City sin Champions, a recalar en el Barcelona, al lado de su amigo Leo Messi, y allí se encuentra ahora, ultimando detalles y firmando su contrato. Esta noche, saldrá para la argentina a unirse a la Selección Nacional para las eliminatorios y la Copa América.

Es bueno para Aguero pasar al Barcelona, por varios motivos. Primero, porque el ritmo del fútbol español es mucho mas lento que el británico y a su edad, eso le permitirá mayor participación en la elaboración de las jugadas. Del mismo modo, en España hay dos equipos: el Real Madrid y el Barcelona, (a veces se cuela el Aleti) y el va a uno de ellos. En Inglaterra, cualquiera le puede ganar a cualquiera, y casi siempre, hay al menos 5 equipos de elite mundial compitiendo mano a mano. Va a un fútbol importante, pero inferior en muchos aspectos, donde su calidad puede imponerse sin necesitar tanta velocidad, que a esta altura del partido, es lógico que falte.