El conjunto Árabe entró a jugar el partido con una indicación clara de su técnico, el Frances, Hervé Renard, jugar al offside, con las tres líneas (defensa, mediocampo y delantera) replegadas en escasos 20 metros del campo del juego.

 Fue de esta manera como a los 22 minutos del primer tiempo, con el resultado 1-0 en contra, consiguió evitar el segundo gol argentino que anotaba el capitán argentino, Lionel Messi, tras una gran asistencia del “Papu” Gómez.

 La segunda jugada es la que mayor polémica trajo en el debut de la selección albiceleste, ya que con la nueva tecnología aplicada en el offside semi-automático, se comprobó la posición adelantada de Lautaro Martínez, quien tras otra exquisita asistencia del “Papu” Gómez, encaraba y se la picaba al arquero para poner el 2-0 argentino en Lusail. Pero el VAR terminó ahogando el grito de los hinchas argentinos por un hombro del delantero argentino que se encontraba fuera de juego.

Y la última jugada, esta sin tanta polémica, fue a los 34 minutos de la primera mitad, cuando nuevamente Lautaro Martínez eludía al arquero y definía solo con el arco de frente, tras una magnífica asistencia de Lionel Messi, jugada que sería anulada nuevamente por offside del delantero del seleccionado nacional.

El seleccionado argentino no pudo encontrar la solución a esta estrategia táctica que llevó adelante el equipo de Arabia Saudita, con extrema eficacia y coordinación, durante todo el primer tiempo, y gran parte del segundo, siendo una de las claves de la victoria Saudí en el debut de la selección albiceleste en el mundial.