En la apertura del grupo E, Alemania, uno de los principales candidatos al titulo, se enfrentó a un duro Japón. En un duelo estratégico y táctico, dónde se encontraron dos sistemas claramente opuestos, por un lado se podía apreciar el buen juego alemán con el cual el equipo teutón buscó a través de la tenencia de la pelota, sumar pases y generar los espacios para atacar. Mientras que en frente estaba el disciplinado juego Japonés, con un equipo ordenado tácticamente, replegado en su campo y presionando permanentemente a los buenos mediocampistas alemanes, quienes generaban el juego.