La victoria ante Croacia por diferencia dio a la Selección Argentina el impulso anímico que necesitaban para ir a la Final del Mundo con mucha confianza y hambre de gloria. El partido estuvo lleno de momentos increíbles, en los que vimos brillar a varios jugadores argentinos. Este fue el caso de Lionel Messi, quien abrió el marcador con un penal y luego liquidó el partido con una jugada magistral.

A 20 minutos del cierre de la semifinal, La Pulga se adueñó de una pelota y sacó a pasear a Joško Gvardiol, el defensor enmascarado, quien no pudo hacer nada ante la habilidad de la estrella del PSG. Lo que empezó con un lateral en la zona de la mitad de la cancha, terminó con una corrida del Diez y un regate que le permitió asistir a Julián Álvarez para convertir el tercer gol argentino.

Habló el defensor croata al que Messi casi le quiebra la cadera

El defensor croata Gvardiol habló un poco sobre lo que fue dicho momento: “Había jugado contra Messi en el pasado, pero es un jugador completamente diferente cuando tiene la camiseta de su selección”.

El central del RB Leipzig de Alemania indicó que le gustaría recibir el premio al mejor jugador joven del torneo, “pero sería aún mejor volver a casa con una medalla”, esperando quedarse con el tercer puesto de la competición en el próximo encuentro ante Marruecos este sábado. El defensor de tan solo 20 años explicó que luego de la derrota ante Argentina no lloró por sus fallos, sino “por otras cosas”. “Pero no hay jugador que no cometa errores, sobre todo en la posición de la defensa. Los errores son una parte intrínseca del deporte y seguramente habrá más. Intentaré que sean los menos posibles”, sostuvo para la prensa.

“Todavía tenemos dos días para trabajar y estoy seguro de que estaré en condiciones”, concluyó Gvardiol con confianza.