En el Mundial de Italia '90 la Selección Argentina la pasó mal. No solamente por las definiciones por penales que tuvo que enfrentar, donde Sergio Goicochea saltó al estrellato, sino además porque en la fase de grupos, tuvo severos problemas para clasificar.

El problema fue el partido debut. La Selección enfrentó a un rival totalmente accesible, pero perdió. Camerún sin historia en los mundiales, no parecía una amenaza para el equipo que tenía a Diego Maradona y era el campeón del mundo defensor del título luego de México '86. Pero perdió.

Los cameruneses recurrieron a una andanada de patadas y terminaron imponiéndose con un gol de cabeza de Francois Omam Biyik, que a Nery Pumpido se le escurrió entre las manos.

La derrota de la primera fecha contra Arabia Saudita en la primera fecha de Qatar 2022, es igual de sorpresiva. Si bien los saudíes se impusieron en base a un buen planteo táctico y no a golpes, el impacto fue el mismo.

En la segunda fecha de Italia '90, la Argentina se enfrentó a la Unión Soviética y también se impuso por 2 a 0, al igual que el equipo nacional lo hizo el sábado pasado, frente México. Con goles de un debutante en mundiales: Pedro Troglio, y un consagrado Jorge Burruchaga. Los tantos de Lionel Messi y Enzo Fernández marcan otra similitud, aunque con el orden invertido.

En síntesis, en los dos casos, la Selección Nacional llegó a la definición del Grupo con un partido ganado y uno perdido.

En el tercer partido, Argentina enfrentó a Rumania. Un buen equipo rumano pero nada demasiado trascendente para la historia del fútbol. Los nuestros, empezaron ganando con un gol del menos pensado: el central de Independiente, Pedro Damián Monzón, encontró un cabezazo en el primer palo desde un córner y puso el 1 a 0. Le duró 6 minutos la ventaja a la Argentina, porque Gavril Balint puso el empate casi de inmediato.

Argentina terminó clasificando como mejor tercero, algo que ocurría en los mundiales de esa época. Además, hay que considerar que los puntos se distribuían diferente. El ganador de los partidos se adjudicaba 2 unidades y no 3 como ocurre ahora. El equipo que capitaneaba Maradona obtuvo así, 3 puntos, empató en el segundo puesto con Rumania, pero quedó tercero por diferencia de gol. Igual pasó de ronda.

Analizar las similutades futbolísticas del rival de mañana, Polonia, con aquella Rumania es ocioso. Pero, en principio, llega en similares condiciones: un partido ganado y uno empatado. Y los nuestros también: uno perdido y uno ganado. Otra vez, la ventaja deportiva es del rival, con la igualdad Polonia clasificaría.

Argentina, como en aquella ocasión, también podría pasar con un empate, aunque en este caso no hay chances para un “mejor tercero”, pero depende del otro partido del Grupo si solo consigue la igualdad. 

Arabia Saudita y México se cruzan al mismo tiempo. Si los saudíes se imponen y Argentina no gana, pasan los árabes y Polonia. Si hay empate, la difrencia de gol favorece a los nuestros y Argentina clasificaría segundo de Polonia. Por fin, para que sea México el que ponga en problemas a la Selección, deberá ganar por mas de tres goles y esperar que Argentina no gane, considerando que el equipo azteca no convirtió en dos partidos jugados en la Copa del Mundo.

Mas allá del sistema de mejor tercero que ya no existe, Argentina podría pasar de fase con una derrota, un triunfo y un empate, siendo que el partido perdido, lo fue en la primera fecha y ante un rival inesperado, tal cual ocurrió en Italia '90.

Un pequeño detalle adicional: aquel día, Monzón el autor del gol, jugó por Bilardo determinó que jugaría con tres marcadores centrales: el de Independiente, José Serrizuela y Juan Simón. Aparentemente, Lionel Scaloni pondría también tres centrales mañana.