Un oficial de la CIA, que viajaba con el director de la agencia estadounidense, William Burns, a India este mes, informó síntomas consistentes con el misterioso síndrome de La Habana y tuvo que recibir atención médica. "Tenemos protocolos establecidos para cuando las personas informan posibles incidentes de salud anómalos que incluyen recibir el tratamiento médico adecuado", dijo un portavoz de la CIA en un comunicado a Reuters.

En julio, Burns dijo que nombró a un oficial de alto rango que una vez dirigió la búsqueda de Osama bin Laden para que encabezara un grupo de trabajo que investigara el síndrome de La Habana. Burns ha dicho que existe una "posibilidad muy fuerte" de que el síndrome sea causado intencionalmente y que Rusia podría ser responsable. 

El síndrome de La Habana es un misterioso conjunto de dolencias que incluyen migrañas, náuseas, pérdida de memoria y mareos. Hasta 200 funcionarios estadounidenses y familiares se han enfermado por el síndrome de La Habana, reportado por primera vez por funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Cuba en 2016. Se han informado varios casos sospechosos entre diplomáticos estadounidenses y oficiales de inteligencia en China, Alemania, Australia. Taiwán, Austria y Washington.

El mes pasado, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, retrasó su llegada a Hanoi durante tres horas después de que la embajada de Estados Unidos dijera que alguien informó de un incidente de salud compatible con el síndrome de La Habana.

Se llama síndrome de La Habana porque los primeros casos afectaron al personal en 2016 en la embajada de Estados Unidos en Cuba. Un panel de la Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. encontró que la teoría más plausible es que "la energía de radiofrecuencia pulsada dirigida" causa el síndrome.

Sin embargo, a pesar de años de estudio, no hay consenso sobre qué o quién podría estar detrás de los incidentes o si son, de hecho, ataques. Las personas que se cree que han sido afectadas se quejan de dolores de cabeza, mareos y síntomas consistentes con conmociones cerebrales. Algunos han informado haber escuchado sonidos agudos antes de la aparición repentina de los síntomas. A veces los afectados tenían la nariz ensangrentada, dolores de cabeza y algunos afectados con el síndrome de La Habana necesitan meses de tratamiento médico.

Hay quienes afirman que las lesiones son el resultado de ataques de energía dirigidos, otros creen que el creciente número de casos en realidad podría estar relacionado con una "enfermedad psicógena masiva", en la que las personas que conocen a otros con síntomas comienzan a sentirse de la misma manera. 

Los científicos cubanos dijeron a principios de este mes que no había evidencia de que los diplomáticos estadounidenses sufrieran el llamado "síndrome de La Habana" en la isla. Un panel convocado por el gobierno con 16 expertos en una variedad de campos y afiliado a la Academia de Ciencias de Cuba dijo que las afirmaciones no eran "científicamente aceptables" y que no había "evidencia científica de ataques" de esta naturaleza en suelo cubano.  "Concluimos que la narrativa del 'síndrome misterioso' no es científicamente aceptable en ninguno de sus componentes", dijo el panel mediante en un informe detallado.